Cerrad los ojos e imaginad conmigo......
imaginaros por un momento que paseáis por la calle, en uno de esos días sin prisa, disfrutando de la plenitud de lo que os rodea, con la misma sensación de plenitud en vuestro cuerpo, nada puede perturbaros, tenéis claro que en ese momento, nada os hace falta...
De pronto, pasáis cerca de una pastelería, sólo cerca y percibís el sutil aroma dulce de los bizcochos al hornearse.....el chocolate fundiéndose......el aroma cálido de las barras de pan recién salidas del horno...vuestra mente, empieza poner en vuestras manos el tacto crujiente de ese pan al partirlo y su sabor, sin siquiera haberlo probado os hace la boca agua...
No sois golosos, pero por arte de magia, vuestras papilas gustativas, recrean el sabor de mermeladas, cremas, y demás rellenos que degustáis mentalmente siendo capaces incluso de hacerlos parte del relleno de tiernos hojaldres que crujen al morderlos y se derriten en vuestra boca, llenándola del aroma de la mantequilla......y disfrutáis..
En ese momento, con todos los sentidos alerta, aminoráis el paso, sólo para seguir disfrutando por un minuto eterno, de los miles de recuerdos , que las especias dulzonas traen a vuestra mente, la niñez, el caramelo que el abuelo me compraba tras nuestro paseo del domingo, esas tortas de mamá en el desayuno, el aroma de la piel de un hijo recién nacido, la sonrisa de un nieto mientras nos toma de la mano , la calidez de una tarde frente a la ventana en un día de lluvia......miles y miles de situaciones vividas, que despiertan emociones y sentimientos que nos hacen despegar del suelo y volar con la imaginación hacia tiempos felices, donde la preocupación era sólo una palabra.
Seguís el paso, porque realmente, no os hace falta nada, no sois golosos decís, esos olores me terminan mareando dicen otros, soy alérgico al gluten, argumentan algunos, estoy a dieta o sin más tengo prisa o no llevo dinero....y ahí, acaba la magia.
Los sueños son así, pasan por nuestra mente como una impresionante tormenta de pasteles que nos envuelve de aromas, sabores y colores, que degustamos y tenemos entre nuestros dedos. Nos llevan a futuros creados en nuestra mente donde la única palabra escrita es plenitud, imaginamos cada rincón, construimos realidades en nuestra mente, como si de un puzzle se tratase, encajando cada pieza para enmarcar finalmente un precioso cuadro de infinitas piezas, donde no ningún pequeño detalle queda fuera, haciéndonos incluso, ser incómodamente conscientes, de que mi supuesta plenitud, quizás no lo sea tanto .
Pero después de eso y justo por eso, pasamos de largo, con la posibilidad de argumentar tantas razones como necesite para aquietar nuestra mente ansiosa de seguir creando y mantenernos en nuestra zona de confort......y ahí, acaba la magia.
Y yo, pienso, si mi mente es capaz de crear y crear y yo de sentir y sentir ¿porqué me niego a experimentar?, cual es el motivo por el que una avalancha de razones, sin razón en tantos casos, pase por encima destruyendo aquello que me daba verdadera plenitud e impidiendo que quizás, al poner en marcha ese sueño, me sienta realmente satisfecho, pese a que eso implique reconocer que fuera de ese sueño, no lo estoy.
Creo que es el momento de mirar de frente la pastelería y con los ojos bien abiertos, cruzar el umbral y entender, que aunque no seamos golosos, estemos a dieta, y todo lo que queramos argumentar, seguro que encontramos algo, que nos deje en el paladar, la sensación de esos días en los que reíamos y corríamos sin preocuparnos más que de ser nosotros mismos.
Porque los sueños, no son más que la creación de un trocito de vida y cuando decidimos dejarlos pasar, un trocito de esa vida, se nos escapa entre las manos........
Yo, me propongo soñar, espero que hagáis lo mismo..
Carmen.